miércoles, 24 de octubre de 2012

extasis

El Extasis -en realidad MDMA o Metiliendióximetanfetamina- impulsa la producción de la serotonina, sustancia cerebral que se encarga de la estabilidad emocional, produciendo una sensación de euforia y emoción.
El aumento de serotonina implica también una reacción sobre otros neurotransmisores como la dopomina y la noradrenalina. Esta última actúa sobre el hipotálamo, haciendo que esta glándula, encargada de regular las funciones corporales, sea incapaz de responder ante el calor provocado por el baile y los estrechos ambientes discotequeros.
El resultado es una hipertermia y una aceleración cardiaca que puede ser fatal si la persona extasiada no se va hidratando regularmente. Ahora se entiende cómo algunas personas logran sobrevivir a las noches de juerga con un aparentemente inofensivo vaso de agua como único trago.

alcohol

Los últimos avances neurocientíficos han permitido
profundizar en la fisiopatología del alcoholismo a nivel
bioquímico y celular. Actualmente se sabe que los
efectos agudos del etanol están fundamentalmente
mediados por su interacción con neurotransmisores
aminoácidos (primordialmente en los receptores
GABA y NMDA), así como cambios paralelos en
determinadas aminas como la dopamina y la noradrenalina.
Las respuestas neuroadpatativas en los receptores
de aminoácidos subyacen probablemente en
componentes importantes del síndrome de abstinencia,
contribuyendo a la muerte neuronal que se
encuentra en el alcoholismo crónico. Aunque no
están tan bien comprendidas, las propiedades reforzadoras
del etanol parecen estar mediadas fundamentalmente
por la activación de receptores GABA,
la liberación de péptidos opioides, la interacción con
receptores nicotínicos y la liberación indirecta de dopamina.

Figura . Representación esquemática del complejo receptor GABA-ionóforo
cloro (receptor GABA) y sus diversos lugares de fijación.


                    

El doble efecto del alcohol: depresor y estimulante

Al contrario de lo que se cree comúnmente, el alcohol no es un estimulante, sino un depresor del sistema nervioso central. La euforia y desinhibición son los primeros efectos sicológicos de su consumo, pero a medida que aumenta el rango de tolerancia del organismo, éstos son reemplazados por otros menos agradables.

Aquellas personas con baja autoestima, inseguridad o que suelen ceder a los retos de sus pares son los más expuestos a caer en el consumo excesivo de alcohol o crear una dependencia a él.

Esto, porque el alcohol actúa como un sedante en el sistema nervioso central, reduciendo las células nerviosas del cerebro, alteración que inicialmente se traduce en una leve euforia y menor inhibición. Y precisamente estas sensaciones agradables son las que incentivan su consumo.

Depresor del sistema nervioso central

El alcohol afecta en primer lugar al Sistema Nervioso Central. La sensación de excitación se debe precisamente a que al deprimirse algunos centros cerebrales, se reducen las tensiones y las inhibiciones y la persona experimenta sensaciones de sociabilidad o euforia.

Pero el alcohol continúa afectando partes del cerebro que controlan el comportamiento y las emociones: la memoria, concentración y coordinación. Se puede experimentar grandes cambios en el estado de ánimo y arranques emocionales, o lo que en lenguaje popular se llama "la mona triste".

cocaina

 
La dopamina es un neurotransmisor, es decir, una biomolécula (molécula que forma parte de los seres vivos) que permite el intercambio de información a través de las neuronas, utilizando para ello los distintos espacios sinápticos y circuitos neuronales.
Estructura química de la dopamina (C6H3(OH)2-CH2-CH2-NH2)
La dopamina forma parte del grupo de las catecolaminas (entre las que también figuran la adrenalina y la noradrenalina) y está implicada en procesos motrices (de control del movimiento físico), de conducta emocional o estados de ánimo y, lo que más viene al caso, regula secreciones hormonales directamente relacionadas con las sensaciones de placer.
¿Qué ocurre con la dopamina cuando se consume coca?
Lo que ocurre es que la cocaína bloquea la enzima DAT. Al estar bloqueada, no puede absorber la dopamina descargada por las neuronas. El resultado es una concentración dopamínica muy elevada en las sinapsis, lo que a su vez provoca un incremento generalizado de dopamina en el cerebro, como puede obervarse en el gráfico. Así se genera una euforia elevada, si bien no natural.



Circuito de recompensa cerebral
Los estudios neuro-biológicos de las adicciones han demostrado que el substratum cerebral de los trastornos adictivos, se localiza en una zona del cerebro donde se encuentra el Circuito de Recompensa Cerebral, el cual funciona con base en dos estructuras: una neuroanatómica representada por ciertas áreas cerebrales y otra neuroquímica representada por cuatro sistemas primarios de neurotransmisores. La estructura neuroanatómica está integrada  por el área tegmental ventral, el cerebro anterior basal (núcleo acumbens, tubérculo olfatorio, corteza frontal y amígdala) y la estructura neuroquímica está representada por la dopamina, la serotonina, los péptidos opioides y el GABA.