El Extasis -en realidad MDMA o Metiliendióximetanfetamina- impulsa la
producción de la serotonina, sustancia cerebral que se encarga de la
estabilidad emocional, produciendo una sensación de euforia y emoción.
El aumento de serotonina implica también una reacción sobre otros
neurotransmisores como la dopomina y la noradrenalina. Esta última actúa
sobre el hipotálamo, haciendo que esta glándula, encargada de regular
las funciones corporales, sea incapaz de responder ante el calor
provocado por el baile y los estrechos ambientes discotequeros.
El resultado es una hipertermia y una aceleración cardiaca que puede
ser fatal si la persona extasiada no se va hidratando regularmente.
Ahora se entiende cómo algunas personas logran sobrevivir a las noches
de juerga con un aparentemente inofensivo vaso de agua como único trago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario